Iznik Ultra: mi vuelta al lago (2)

miércoles, 6 de mayo de 2015

No sé cuánto me ralentizó el problema de David que conté en la primera parte, no demasiado, ¿quince minutos? ¿veinte? Ni lo sé ni me importa, era más la rabia contenida, el ir con el freno de mano echado, la desagradable experiencia de ir con un "cadáver", quería alejarme de eso lo antes posible, y posiblemente por eso corrí a bastante buen ritmo hasta el kilómetro 57, punto donde teníamos la única bolsa propia. Era muy de día, cuando pensaba llegar a este control más o menos amaneciendo. No sé cómo iba la gente de delante, pero en mi zona no vi ninguna asistencia, y me encantó, íbamos todos a pecho descubierto y con los mismo medios, correr es muy sencillo pero algunos tratar de hacerlo complejo. Aproveché para cambiar de zapatillas, las que llevaba me empezaban a molestar seriamente, tenía muchas dudas con qué salir, y arriesgué porque sabía que podría cambiar, estaba ya molesto de pies y me vino de maravilla cambiar. Aproveché para echarme un poco de crema solar (¡yo!) y comer embutido a toda velocidad. Metí mucha comida, cuando me eché la mochila al hombro lo noté, me pasé tres pueblos en el siguiente avituallamiento tiré la mitad y no me comí ni la cuarta parte, pero son los agobios de no quedarme sin comida... cuando el problema es no comer, no quedarme sin comida. Fue una parada algo lenta, pero peor fue la arrancada. Con unas penosas sensaciones, quedaba el último stint llano, hasta el 72, y salía de auténtica pena. Creía que había comido demasiado rápido el embutido pero ahora creo que fue una pastilla de sal que me dio David -supongo que en venganza :)-, olvidé las mías, que saben a rayos pero de ahí no pasa, y esta me creó una pesadez de estómago tremenda, como si se me hubiese cortado la digestión, iba doblado, muy muy molesto, con medio blíster de jamón ibérico en la mano -lo que no había conseguido acabarme- que me daba asco sólo de verlo (zas, zas, me estoy dando latigazos) porque le echaba la culpa. Sensaciones de mierda, en resumen.


Un rato por una pista junto a una playa dando un largo rodeo, otro de asfalto, justo en la orilla opuesta de Iznik; un perro que se viene a por mí, campo, otro perro que se viene muy a por mí acojonando bastante, un río hasta media espinilla, zonas de barro, mucho penar. Kilómetro 72, crisis importante, y estoy, digamos, a mitad de carrera, por desnivel y sufrimiento. Uf uf. Se acaba el llano, voy francamente tostado, un poco pronto.

Otro avituallamiento en el que me alargo, pero venía muy cansado, ahora me tocaba un kilómetro vertical suave, pero desnivel. Corrible muy despacio a ratos, fui mejorando las sensaciones, paré a quitarme una camiseta y quedarme en la veraniega blanca que empezaba a dar el solete, me voy reencontrando, pero la subida se me hace bastante larga, es demasiado tendida y me sobra algún buen tramo. Tampoco esperaba un llano que en el perfil no vi, el ritmo era algo cansino, pero corría donde podía e iba avanzando. Una zona un tanto delicada (un derrumbe de una cornisa superior), un poco más de llano y por fin bajada.


Al acabarla estaría a una maratón de meta (luego supe que eran 46). La carrera no tiene nada de técnica, pero aún así bajé tranquilo, me sorprendió que nadie me pasara, cierto que íbamos bastante separados en general justo aquí sé que tres -entre ellos el dorsal 21- me iban soplando la nuca, pero de ahí a que nadie me pasara va un trecho. En la última bajada se corroboró: esta gente no baja un pimiento, cosa que me congratula, porque siempre soy una chicane móvil para el resto.... ¡necesitan un curso de cómo bajar, y hasta se lo podría dar yo!  Bastante cansado llegué al pueblo, un par de cruces y ¡ovación! Coño, ¿y esto? No había salido aún la maratón. Anda, qué sorpresa. Eran las 11h15 más o menos, la maratón salía al mediodía, y como en toda la carrera no miré ni una vez distancia, cronómetro o reloj, esperaba que hubieran salido hacía un buen rato.


Busqué silla y planté mi culo. Al momento aparecieron Benoit Laval (presidente de Raidlight) y Depa (director de Trail Run y famoso speaker, autor de la foto superior) y que cómo bien iba, que en qué posición estaba. Petado. Ni lo sé ni me importa. Por cierto, a la postre serían primero y tercero respectivamente en la categoría maratón. Supongo que ya daba un poco de pena a esas alturas (véase la foto, Pensador de Rodin de garrafón), todo el mundo con sus colorines, de cháchara, estirando, correteando, y yo con 80 km tirado de cualquiera manera en una silla. Otra vez que me alargué, iba ya en modo finisher, muy cansado, y con la segunda gran subida de la carrera por delante. La parte buena es que cuando reinicié la marcha de nuevo ovación, parecía bueno y todo. Salida en bajada por asfalto, recupero alguna fuerza, vamos a por ello.


Y más pronto de lo deseado, a subir, primer asfalto, un avituallamiento líquido, pista, y a por la subida potente. Primero tendida y pistera, yo desnucado mirando para atrás para no molestar a los galgos de la maratón, y que no venían. Un descansito llano, calor, vamos a mojar la gorra, luego la cabeza, otra vez la gorra, subida de sendero con barro, ¿y dónde están los de la maratón? Otro riachuelo, vuelvo a meter la gorra, voy tostándome, y todavía queda. Lo único entretenido que hice fue ir cargando el GPS, pues en el km 57 cogí una batería externa y el cable del Fénix 2 y en esta subida lo fui cargando, la batería en un bolsillo del pantalón y el GPS colgado de la mochila, se cargó en un rato más que suficiente para llegar a meta, nunca lo había probado a pie -sí en el carro islandés- y funcionó a la perfección. Cuando estaba a muy poco de acabar la subida, apareció el primero de la maratón, realmente pensé que iban por otro sitio, vale que había salido mucho antes, pero iba parado. Al empezar a bajar, por un considerable barrizal, apareció Depa, le dije que al primero no le veía especialmente ducho ni suelto, y no tuve mal ojo porque se lo comió con facilidad. Tras una corta bajada, avituallamiento, ya sólo quedaba uno más. Pero el tueste ya era tamaño king size, y apoltronado cuesta levantarse y seguir. Aquí pasó Benoit, le animé, iba bien, cuarto y le había dado al botón Pursue del Coche Fantástico, modo persecución. Y así fue también. Pensamientos difusos, cuánto me cuesta salir de los avituallamientos ya...
s

Iznik Ultra: mi vuelta al lago (1)
Iznik Ultra: mi vuelta al lago (2)
Iznik Ultra: mi vuelta al lago (y 3)


+: Iznik Ultra

5 comentarios:

Mr. Burns dijo...

Pero pon la tercera parte, ¡¡¡¡no nos dejes asiiii!!!!. Eso no se hace, no vale poner el enlace y dejarlo en blanco.

Me han encantado los dos tercios de crónica. Las fotos son muy buenas, ¿son de la organización o te llevaste a Depa de fotógrafo?.

Pon la tercera parte o mando a unos sicilianos muy majos a que rompan algo.

Mr. Burns dijo...

¿Por cierto?, ¿con que zapas saliste?...¿asfalteras?.

ser13gio dijo...

De un fotógrafo de la carrera, de estos que las venden... pero como la vida en Turquía es bastante barata, he pillado como ocho por 10 €, aquí te vale eso la unidad.

Se está fraguando la tercera parte.

Raidlight 004 Proto, pero ya iban muy agotadas, ya me estaban molestando días previos, pero como tenía posibilidad de cambiar, arriesgué, si no no lo hubiera hecho.
s

Iñaki dijo...

Has inventado un nuevo emoticono

:)-

que igual era

:-)


Uno de los pocos placeres que aún me quedan (los casados follamos poco :-) ) es leerte mientras como o ceno con una cervecita...

ser13gio dijo...

Era el final del guión largo, que no era largo porque como los ordenadores los hacen empresas americanas no distinguen guión largo y corto. Si pongo paréntesis, sería interpretado como dos sonrisas. Vamos un lío. Filosofando sobre emoticonos, oye.

Anda que no hay cosas buenas para leer, Te conformas con poco :)

Vamos a repasar la tercera parte y publico, para que tengas lectura para esta noche.

Saludos,
s

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